Cuando estudiamos la economía de mercado, vimos que un factor importante a la hora de fijar los precios de los productos que consumimos es la publicidad y la propaganda que pueden hacer que se genere una mayor demanda del producto con el consiguiente aumento de los precios.
La publicidad es necesaria pero, a veces, resulta engañosa y trata de inducir a la compra por seducción. En este caso, un sector muy influenciable es la población infantil. Se suele encontrar en productos que ellos consumen con frecuencia, como las «chuches».