Por: Mikel Ramos y Óscar García
En muchos países, desarrollados y subdesarrollados, los agricultores aprovechan la pendiente natural de montañas y colinas para construir escalones donde cultivar. Es lo que se denomina terrazas de cultivo o bancales.
Las terrazas permiten aprovechar mejor el agua y evitar la erosión, pero hacen muy difícil el uso de maquinaria por lo que requieren abundante mano de obra. En general, este sistema es consecuencia de la presión demográfica o de una alta demanda, que requieren un cultivo intensivo.
Un ejemplo muy especial es el de las terrazas Moray, en Perú (Imperio incaico, siglos XV y XVI).
Moray es un formidable complejo arqueológico próximo a Cuzco, a 3500 metros sobre el nivel del mar. Los muros de mampostería construidos por los incas contienen la tierra y crean una depresión artificial de 30 metros de profundidad.
Aunque los círculos concéntricos de su planta sugieren un anfiteatro, la función de Moray era muy diferente: se trata de un laboratorio agrícola.
Moray contiene en total veinte zonas ecológicas a escala. Hoy en día ha perdido su función como lugar de cultivo, y en él se celebran ritos vinculados a la tierra como el Moray Raymi o Fiesta del Sol.
Fuentes consultadas:
González, Isaac (1988): Diccionario de Geografía, Editorial Montena, Madrid.
http://wiki.sumaqperu.com/es/Moray
http://es.wikipedia.org/wiki/Moray_(sitio_arqueol%C3%B3gico)
http://tectonicablog.com/?p=754
http://moleskinearquitectonico.blogspot.com.es/2010/07/andenes-terrazas-incas-y-paisaje.html
Fecha de consulta: 20 de enero de 2012