Autores: Nuria Aisa y Asier Olabarrieta

En este trimestre hemos estudiado que el paso de la agricultura de subsistencia a la agricultura de mercado, se inició en los países desarrollados con la Revolución Industrial, en los siglos XVIII y XIX. Este tipo de agricultura tiene como objetivos aumentar la venta y reducir los costes de producción. Para ello, desde hace tiempo, se vienen modificando genéticamente las semillas con el fin de mejorar las cosechas, evitar plagas, etc…

Muchas personas ven que, a través del control de las semillas transgénicas y la generación de patentes de las semillas, varias industrias se han apropiado rápidamente de uno de los principales recursos de la humanidad.

Una de las personas más activas en denunciar y trabajar para evitar esta situación es la india Vandana Shiva.

fotografía de Vandana Shiva

Vandana Shiva es una científica, filósofa y escritora. Activista en favor del ecofeminismo, recibió el Premio al sustento Bien Ganado (conocido como Nobel Alternativo) en 1993. Otros premios que ha recibido son el Global 500 de 1993 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente(UNEP) y el premio internacional del Día de la Tierra, también de las Naciones Unidas.

En sus textos, Vandana explica de forma clara y concisa el negocio de la agroindustria y evidencia sus enormes ganancias, a costa de la salud y el desarrollo humano:

“En el desarrollo de una economía basada en recursos, las semillas y la sostenibilidad en su cultivo son claves importantes en la generación de la abundancia, abundancia que es posible sólo si se transforma nuestra conciencia y reconocemos el valor de recuperar el conocimiento de nuestro tierra, nuestras semillas y las posibilidades inmensas que la vida en el planeta nos ofrecen para sobrevivir en armonía.

Esta argumentación es la que le llevó a poner en marcha en su país el proyecto “nueve semillas”. Su fin es proteger la biodiversidad y las semillas, cuyo conocimiento ancestral siempre ha estado en manos de las mujeres, y ayudar a los pequeños granjeros a cultivar semillas orgánicas: “Y ahora consiguen mejores resultados que quienes plantan los transgénicos de Monsanto (empresa americana productora y dueña de las semillas de soja transgénica más extentida en el mundo). Con la amenaza del cambio climático, estas semillas del banco de Navdanya son la solución y no están patentadas. Cuando hay ciclones o sequías, las repartimos a los campesinos, a medio millón de personas. Además, son mejores para los consumidores que las que vienen de Occidente, cuyos frutos no tienen sabor. En nuestro banco tenemos semillas que combaten el cambio climático y vegetales de infinidad de clases: 20 tipos de patatas, 10 de berenjenas, etcétera”.

¿Estaremos, en Europa, a tiempo de hacer algo tan importante como lo que ha hecho Vandana Shiva en La India? ¿Hay otros proyectos similares en marcha?