Algunos ejemplos son los Jinetes de Mongolia, cuya vida gira en torno a los caballos; los Evenis, en Siberia, son pastores de renos; los Turkana de Kenia se dedican a los camellos y los Masai, entre Tanzania y Kenia, viven de las vacas, cabras y ovejas.
La vida tradicional de los masai se organiza enteramente alrededor del ganado que constituye su principal fuente de alimentación.Están tan convencidos de que todo el ganado de la Tierra les pertenece que, durante mucho tiempo, se dedicaron a asaltar y robar los rebaños de las tribus vecinas, convencidos de que se los habían arrebatado en tiempos remotos.
- Pastor masai con ganado
La riqueza de un masai depende del número de vacas que tenga. Las familias poseen por término medio una decena de cabras, vacas y ovejas. El ganado es tan importante que los poblados están diseñados en círculo para protegerles de los depredadores. Alrededor del círculo central, las mujeres edifican las chozas, en forma de iglú, con barro y ramas y las protegen con una segunda barrera de espinos.
- Poblado masai con ganado. Ganadería de subsistencia
Los pastores marcan cada animal con diferentes incisiones en las orejas para identificar rápidamente a su propietario.
Los hombres llevan los rebaños a pastar a lugares que pueden estar a varios días de distancia del poblado. Conducir los animales por la sabana supone una gran responsabilidad y exige un profundo conocimiento de cada especie animal.
Los masai se alimentan de miel, leche, mantequilla, sangre y carne de res. La costumbre establece que nunca se debe consumir leche y carne al mismo tiempo pues está prohibido alimentarse a la vez de animales vivos y muertos.
Para beber la sangre de los animales no necesitan matarlos. Basta con hacerles una pequeña incisión en la vena yugular con la punta de una flecha.
Del ganado utilizan todo: la carne, la sangre y la leche para alimentarse; con los cuernos fabrican recipientes y joyas; con los excrementos las mujeres masai levantan las paredes de las chozas; la orina sirve como medicamento y como producto de limpieza.
Cuando los niños comienzan el curso escolar, los padres venden una de sus vacas para pagar los gastos de la escolarización.
En las oraciones de los masai siempre están presentes los niños y el ganado.
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Información extraída de: FARAGGI, Anne W. (2009): Cuentos y leyendas de los Masai: un pueblo de África Oriental, editorial Kókinos, Madrid.
Consultas en Internet realizadas el 6 de febrero de 2012:
http://blog.educastur.es/peguranciu/tag/masai/